En los años 70,
previo al arribo de la dictadura al poder, la antigua sede del club Industrial, ubicada en un barrio de maestranzas, fue
uno de los puntos neurálgicos de las reuniones de los cordones
industriales. Éstos no eran sino movimientos de trabajadores que mantuvieron activas
aquellas industrias cuyos gremios empresariales querían paralizar con la finalidad de desestabilizar el gobierno de la época.
De estos cordones industriales es que la barra oficial tomó el nombre, autodenominándose bastión de resistencia de los hinchas.
La hinchada de Industrial esta constituída por una transversalidad social, producto del atractivo de los triunfos del club en años pasados. Por otra parte, la composición de las facciones de la barra obedece principalmente a la clase media empobrecida con los años, hijos de obreros y empleados de las antiguas fábricas y maestranzas que vivían en las cooperativas habitacionales de aquellos barrios.
El cordón Industrial es una de las hinchadas importantes, pero no la más numerosa. En otros tiempos los grupos organizados de la barra llevaban una fiesta a los estadios, animando con una pequeña banda de música las jornadas sabatinas. Hoy esos instrumentos duermen oxidados en la memoria de los hinchas.
Ultimamente ciertos grupos más
radicales se han hecho notar debido a marginales actos violentos. Es la
facción líder la que se ha destacado por ello, los autodenominados
"Aurigranates".
