La hinchada de huracán nació como un grupo de vecinos que acompañaban al club de barrio (en aquellos tiempos) en sus visitas a otras canchas de la comuna. Con una fama de desordenados, se ubicaban detrás del arco del oponente de turno y le gritaban todo tipo de garabatos al arquero, y así desconcentrarlo. Cuando el alcohol ya hacía estragos entre el grupo, los locales terminaban con el alboroto y los corrían de la cancha. En su huída, dejaban ropas, botellas, zapatos y todo lo que encontraban por el suelo como obstáculos para no ser alcanzados, es así como ganan el apodo de Ciclón, al dejar todo un desorden a su paso.Hoy, la barra más conocida de Huracán mantiene el nombre de Ciclón pero ya no con la fama de antes. Los controladores del club han quitado oficialmente todo su apoyo al grupo de barristas, respetando la actual normativa y de esa manera mantiene a raya los posibles incidentes de estos hinchas al interior del estadio. Sin embargo es sabido por muchos que el vínculo se mantiene, aunque nadie lo ha podido demostrar.
El Ciclón mantiene una rivalidad fuerte con la barra del Club Deportivo Lautaro y conocido son sus enfrentamientos antes y después de cada encuentro entre ambos en el campeonato.
